lunes, 17 de septiembre de 2007

Las dudas de la Justicia

“La duda (de fraude) está instalada, de esto ya no se puede volver atrás”, sostuvo la jueza electoral, Martha Vidal, en diálogo con Mitre 810 hace tres días atrás. Y comparto tal afirmación, debido a que muchos actores, principalmente los partidos políticos, han permitido que el interrogante quede en la sociedad. Sin embargo, el accionar de la Justicia no colabora para esclarecer el tema.

Sobre el escrutinio definitivo, era esperado la semana pasada el fallo que el Tribunal Superior de Justicia iba a publicar sobre el pedido del Frente Cívico de contar voto por voto. Sin embargo, debido "a la trascendencia institucional de dicha resolución" solicitó disponer de "mayor tiempo para el mejor análisis del problema", según comunicado. El problema es que el tiempo se acaba y se estima que el escrutinio -por actas- va a terminar en siete días, por lo que demorar el fallo no ayudaría a "garantizar la paz social", algo que ellos le exigen a las instituciones políticas.

Cabe recordar que la Justicia le había pedido a los partidos políticos que expresarán su opinión sobre el tema, y todos menos Unión por Córdoba, acordaron en abrir las urnas si garantizaba legitimidad de la elección polémica.

A su vez, la jueza Vidal decidió resolver al final el pedido del Frente Cívico de nulidad de actas, que hasta el momento son 70, pero que se estima que pueden llegar a 200, es decir, entre 50 mil y 70 mil votos, por lo que su decisión podría definir el gobernador de Córdoba.

Por otro lado, se espera que la fiscal Oscariz se expida sobre las denuncias presentadas por Ramón Moreno (44) -quien encontró sobres, votos y fajas, supuestamente pertenecientes a las pasadas elecciones-; y por los abogados del juecismo sobre actas de inicio y cierre de comicios hallados en Malagüeño.

Con respecto al escrutinio provisorio, también se detectan inconsistencias. En primer término, Vidal señaló que la causa de las 16 horas de demora se debió a que "no se han tomado las previsiones" sobre la complejidad de la elección, en alusión a la labor del Correo. Lo paradójico es que fue la justicia electoral la que contrató dicho servicio.

En segundo lugar, ¿cuál es la respuesta para la incopatibilidad de las mesas electorales?; ¿son 5987 como había dispuesto el Juzgado Electoral o son 6152 como contó el Correo?.

Tercero, ¿qué ocurrió entre las tres y cuatro de la mañana?; ¿"se cayó el sistema tres veces" como afirma el juecismo, o "no se cargaban datos porque no llegaba la información” tal como afirma Carbonetti?. ¿Por qué se les obligó a los medios a retirarse del Correo teniendo la jueza conocimiento de ello?.

Que la duda de fraude surja de los partidos políticos es entendible por los intereses que éstos tienen para acceder al gobierno. Pero que la Justicia, institución imparcial que falla sobre los comportamientos incorrectos de la sociedad, mantenga la incertidumbre con sus actos es preocupante.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Por Oscar Magra
Creo que los encuestadores deberán poner las barbas en remojo, y hacer una autoevaluación, porque los desaciertos en sus estudios han sido vergonzosos. Si bien es cierto que ninguna de las encuetadoras hace sondeos gratuitos, ya que son pagos generlamente por los partidos en competencia, esto no justifica tamaña inexactitud en las proyecciones.
Pongamos el ejemplo de la encuestadora OPSM de Enrique Zuleta Puceiro. Hace menos de un mes, difundió un trabajo en el que aseguraba que Ramón Mestre hijo alcanzaba casi un empate técnico con Daniel Giacomino, lo cual animó a los radicales a agredcer a los cordobeses por haberse animado "al cambio". Los números del domingo, indicaron que la encuesta de OPSM le erró muy feo: el viceintendente aventajó por más de 22 puntos al candidato radical.
A la luz de los resultados, o mejoran sus técnicas para el relevamiento de tendencias de intensión de voto, o se dedican a otra actividad. Por dos motivos: primero que crean falsas espectativas entre el electorado y, en vez de ser un instrumento que ayude a la desición del voto, se convierte en elementos tendenciosos pseudo propagandísiticos. Y por último, porque no creo que sea buen negocio errar tan feo (a menos que les guste perder plata...).
Por Oscar Magra
En cuanto a la demora en la realización del escrutinio, hay varias cosas para observar.Una de ellas, el ridículo sistema de sumatoria de votos. Es inconcebible que Schiaretti haya figurado en más de 30 boletas y Juez en más de diez. Por lo cual, el conteo en las mesas despues de las 18 horas, obviamente no ha sido nada sencillo. Además, hay que agregarle que en la Capital se realizó la consulta popular por el tema de Aguas Cordobesas, lo que adiciona una demora más.Otro tema, es la designación de autoridades de mesa. Muchos de ellas eran personas mayores, con los problemas propios de la edad, sin mencionar a quienes fueron nombrados a pesar de haber fallecido.
En cuanto al Correo, si bien es cierto que hubo actitudes que al menos daban qué pesar (como el desalojo de la prensa, o el impedimiento a Ortiz Pellegrini a ingresar a las oficinas de Colón y Gral. Paz), se trata del mismo correo que participó en Santa Fe, siendo que allí se concieron los resultados antes de las 22. Fue en la provincia vecina donde se habían denunciado posibles fraudes y no en Córdoba. Y el titular el Correo Argentino, Eduardo Di Cola, es tan K como Bielsa, pero más K que De la Sota y Schiaretti (en realidad nunca lo fueron).
Finalmente, la actuación de la justicia electoral dejó mucha tela para cortar. Si el conteo de votos se iba a dar tan lento por lo complejo de las cantidad de boletas, tal como lo explicó la jueza Martha Vidal, ¿por qué nunca se advirtió sobre esa dificultad antes de la realización del escrutinio? ¿Por qué nunca se aclaró el motivo por el que a las 20 horas no se había publicado el restultado de ni una de las mesas de Capital? Si se sabía que el escrutinio iba a ser lento por la cantidad de boletas, ¿por qué se permitió en la Capital relizar la consulta popular en la misma jornada agregando un motivo a la demora? Los cordobeses nos merecemos que nos sean aclaradas estas cuestiones, para que nuestra provincia no quede manchada a causa de este papelón electoral.

martes, 4 de septiembre de 2007

El irresponsable

Eduardo Di Cola brilló por su ausencia durante todo el escrutinio provisorio que consagró a Juan Schiaretti gobernador de Córdoba. Y el dato hubiera sido irrelevante si aquel señor no fuera el responsable del Correo Argentino, empresa pública contratada para realizar dicho escrutinio, cuya labor despertó sospechas de fraude desde el juecismo, por la lentitud con la que se computaron los votos.

Pero nadie supo, ni sabe nada de Di Cola, y en consecuencia, ninguna explicación dió sobre dos puntos centrales: porque se tardó 16 horas en conocer el nuevo gobernador; y porque se obligó a los medios de comunicación a retirarse del Correo promediando las tres de la mañana, justo en el momento en el que Juez había superado por 10 décimas a Schiaretti.

Sobre lo primero, el sitema de envío de los telegramas con los resultados de las localidades del interior vía fax al Correo denota una precariedad de recursos difícil de comprender en el siglo XXI con los avances informáticos. Esto se contradice con el discurso de Di Cola que afirmaba que el proyecto kirchnerista al que respondía implicaba "un nuevo rol del Estado" en sectores de la economía, entre ellos, la eficiencia de empresas públicas y crecimiento independiente de los subsidios del poder central. La realidad demostró que el Correo es deficiente para la realización del escrutinio, al punto de generar sospechas de corrupción en su tarea; y que si hubiera crecido como sus números contables sostienen, podrían haber invertido en computadoras para una mejor comunicación con sus sucursales del interior.

Lo segundo -el retiro de los medios- es una medida que atenta contra el derecho a la información pública, y en efecto, contra el conocimiento ciudadano en directo de la legitimidad de sus nuevas autoridades.

Sería importante que el señor Di Cola aparezca, como una actitud ética de quien conduce una empresa pública cuestionada, y considerando que pretendía ser gobernador de los cordobeses.

lunes, 3 de septiembre de 2007

A vigilar los votos

(Fuente: Cadena 3)
Al conocer que los medios debían retirarse, el candidato Luís Juez tomó la decisión de ir con sus militantes al “frente del Correo a vigilar las urnas”. Una vez adentro del lugar, Ortiz Pellegrini, candidato a legislador por Capital por el Frente Cívico y Social, afirmó que “al cortar la información pública, venimos a ver los datos”. Posteriormente, los juecistas fueron obligados a salir del establecimiento; afuera, unas cinco mil personas cortaron las avenidas Colón y General Paz para acompañar a Juez. “Si esto se hubiera hecho como corresponde, no estaríamos acá”, les dijo el intendente saliente a sus seguidores.

Con los medios afuera

(Fuente: Cadena 3)
Promediando las 3:15 a.m., personal del Correo pretendió sacar de dicho establecimiento a los periodistas que seguían la evolución del escrutinio. Les informaron que por disposición de la empresa, sólo debían permanecer la jueza electoral y los apoderados de los partidos, mientras que los medios podían consultar el conteo de votos por Internet. Posteriormente, la medida fue suspendida, aunque Canal 12, medio audiovisual que transmitía en directo la elección, ya no estaba en el lugar.

Declaraciones de los candidatos

Interrogado por sobre las dilaciones en los comicios, Marcelo Falo, candidato a legislador por UPC, sostuvo que es “preocupante”. Sin embargo, aclaró que “el gobierno no tiene la más mínima injerencia en lo que hace la justicia”, porque es un poder “independiente”, aseguró. Asimismo, el político descreyó la existencia de una crisis institucional, “porque no es un tema institucional” y “no hay nada que parezca señalar una irregularidad”, completó, según entrevista con “Cadena 3”.
Por otro lado, debido a la demora y a la paridad en los comicios, Unión Por Córdoba suspendió el acto que habían preparado para las 21 horas frente a Casa de Gobierno, con motivo de festejar el triunfo que vaticinaban en sus bocas de urnas.
A su turno, Luís Juez, también en declaraciones por “Cadena 3”, resaltó que la lentitud es “una vergüenza, un acto de humillación increíble”. Sobre las consecuencias institucionales, el candidato a gobernador precisó que “la situación es delicada, porque está en juego la primera magistrado”. En cuanto a la posible intromisión del poder Ejecutivo en la Justicia, Juez preguntó: “¿quién tiene el poder?”, para autoresponderse “cuando el poder se enquista, cuesta horrores abandonarlo”. Consultado si confiaba en la conducción del Correo, el líder del Frente Cívico respondió “¿qué quiere que le diga?, yo quiero confiar en las instituciones… pero no me voy a dejar robar”.

Algo no está bien

Siendo las 3 de la mañana del día lunes del 03 de septiembre de 2007, la Junta Electoral de Córdoba sigue contando en el Correo Argentino los votos de la elección para gobernador. Hasta el momento, hay un “empate técnico” entre Juez y Schiaretti en 36.65%, escrutadas el 49% de las mesas. Es decir, desde las 21 p.m. que comenzó el conteo con el 10%, se ha avanzado sólo en un 40% en seis horas. El escrutinio avanza un 1% cada cinco minutos. El Correo fue la empresa encargada del escrutinio provisorio, cuyo sistema de envío de los telegramas fue por medio de faxes. En Santa Fe, donde se votó al mismo tiempo que en Córdoba, hace cuatro horas que conocen el resultado de la totalidad de las mesas.
Consultada por la demora, la jueza electoral Marta Vidal, en diálogo con la emisora radial “Cadena 3”, reconoció que es la elección “más larga y compleja” de la historia de Córdoba, debido al “importante corte de boleta” de las listas, argumentó. Sobre este hecho, sostuvo que “no se han tomado las previsiones”, en referencia a la labor del Correo. Finalmente, la magistrado puntualizó que “debe haber decisiones políticas y leyes para mejorar el sistema de conteo”.
Pasadas las 4:10 a.m., el ritmo de conteo no mejoraba, se habían escrutado cerca del 55% de las mesas y Schiaretti comenzaba a tomar distancias de Juez, aventajándolo por 36.80% a 36.55%.

Instrumentos de propaganda mentirosa

Los sondeos de opinión son elementos centrales de la política mediática de la actualidad. Ello se debe a que los dirigentes actúan y producen sus discursos para ser propagados por los medios, y luego estudian las repercusiones de los mismos en las opiniones de los ciudadanos por medio de dichos sondeos. La función de estas encuestas, entonces, es suministrar información sobre la aceptación de las gestiones o estrategias de los políticos.
No obstante, durante las campañas electorales, los sondeos se han transformado en una especie de elecciones anticipadas. Los distintos candidatos demandan conocer la “intención de voto” para mejorar sus tácticas, y por lo tanto contratan a consultoras para que lo investiguen. Éstas lo realizan mediante “muestras probalísticas”, que representan a la totalidad de la población, con un margen de error del 3%.
Por la teórica fiabilidad, estos datos comenzaron a utilizarse como instrumentos de propaganda de los partidos. Se los incluye dentro de la estrategia de marketing con el objetivo de generar un “clima ganador” para que los indecisos se adhieran y para que los opositores se resignen. Sin embargo, al momento del conteo de votos los guarismos no coinciden. ¿Qué pasó?.
Lo ocurrido en las elecciones de Córdoba es un ejemplo de lo anterior. Durante la campaña, principalmente en el cierre, Schiaretti sostuvo que “todas las encuestas” lo daban 15 puntos arriba de su inmediato perseguidor, Juez. Pero luego de la elección, las bocas de urnas –también muestras probabilísticas- exponían un “empate técnico” entre ambos candidatos.
Lo del radicalismo fue parecido, afirmaban que tanto Negri como Mestre estaban en “empate técnico” con Juez y Giacomino respectivamente, para que luego se conociera que éstos últimos ganaban por 18 y 20 puntos.
¿Qué les ocurrió a los miles de cordobeses que en las últimas 48 horas cambiaron su voto como quien hace zapping en el televisor?. ¿Cambiaron su voto?.
Es más probable que los números difundidos en la campaña no hayan sido ciertos, por lo que la manipulación, sea de los candidatos o de las consultoras, no debe ocurrir más. Los primeros porque representan nuestras voluntades, por lo tanto les corresponde sinceridad; los segundos debido a que somos el recurso principal de su negocio, y en consecuencia, la mínima contraprestación que deben es un estado de intención de voto “verdadero”.
No es la primera vez que ocurre esto en Argentina. El antecedente inmediato fue en Misiones, donde los sondeos vaticinaban vencedor a Rovira por más de cinco puntos. Luego de la elección, su contrincante, Piña, se impuso por alrededor de 10 puntos, impidiendo la reelección indefinida de aquel.
La democracia exige participar en libertad a los ciudadanos y gobernar de acuerdo a la realidad a los dirigentes. Sin embargo, estamos asistiendo a una distorsión de lo real por números manipulados, sean del INDEC en la economía o de las consultoras en la política. “La mentira tiene patas cortas”.